Con mocos y miedo a la oscuridad, cubiertos de polvo y con callos en las manos, persiguiéndose entre yuntas, entre piedras, entre balas, entre basura...en sueños.
Jugando a guerras, a contar años sin fiestas, a acumular sudor y sangre, a compartir alguna lagrima, rabia de hambre.
Día tras día, paso a paso, raíz a raíz, dios a dios, mendrugo a mendrugo, frente a frente, se emparejan alma a alma.
Comparten sonrisas cenicientas, lunas insatisfechas, sin saber porque.
Voces tempranas, criaturas destinadas a ser sepultura entre espinas, sin conocer las alas de un mar navegable.
Corazones jornaleros, que han sido niños, van aprendiendo.
Entre mareas.
(Gracias, muchas gracias, sobre todo a Miguel Hernández, también a Joan Manuel Serrat, a Moncho Armendariz, y porque no a La 2)
los pecados, originales o no, van con nosotros desde la cuna
ResponderEliminary algunos guían nuestra propia estrella, hacia el azul radiante o hacia el rojo abrasador
¿Porque siempre tenemos que elegir, entre azul o rojo, entre blanco o negro?
ResponderEliminar¿Porque nuestra elección, siempre es pecado?